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MARTA A. (1)
Hola Carlos:
Estoy siguiendo tu método de estudio y cuando lo hago me siento cómoda y segura, como tú bien explicas en el libro, poniendo mis ladrillos en el día a día. Con mi ritmo.
Sin embargo, como te comenté en mails anteriores estoy preparando a la vez, con academia y por lo tanto con un ritmo distinto.
Hace dos semanas nos pusieron por sorpresa un supuesto práctico, y la verdad es que tuve bastantes fallos. Lo que me sorprendió es que mis compañeros obtuvieron buenos resultados.
Me cuesta equilibrar el ritmo de la academia con el del método. En la Academia exigen más de memoria inmediata, lo visto o repasado en el día a día. Al aplicar el Método, todavía estoy en la primera vuelta y lo visto, ya no vuelvo a verlo, hasta que llegue la siguiente vuelta.
Esta situación me ha creado cierta inquietud gusanil. No es que dude del Método, si no que no sé cómo compatibilizarlo con el ritmo de la academia, para no sentirme decepcionada, al no obtener buenos resultados en los test o en los casos prácticos, si no repaso lo ya visto.
Muchas gracias,
Saludos,
Marta.
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El Orientador:
Hola Marta.
Me gustaria subir tu consulta a mi pagina. Encabezaria Marta A.
Básicamente lo que te está pasando a la vista de esos test y práctico es el caso del problema del patito feo.
Al principio el patito feo no lucía tanto como sus compañeros, y se sentía triste y diferente. Luego, poco a poco, las cosas cambiaron y se convirtió en cisne y ya nadie le pudo igualar en majestuosidad.
Esto es similar.
La academia funciona un poco como un colegio. Para gente incapaz de estudiar sin presion, es imprescindible, pero a los que sí saben estudiar solos, los condenan a seguir un sistema pensado para sacar partido de los primeros como sea, pero no para sacar el máximo partido posible de los segundos.
La academia intenta convencer a la gente de que saben cosas y les preguntan mucho de lo recientemente estudiado, pero con ello se crea una distorsion en los resultados. Es decir, parece que los que van al ritmo rápido de la academia saben más de lo que saben, y parece que los que van como tu a un ritmo lento, pero consistente, saben menos de lo que saben.
El caso es el equivalente a una serie de constructores enfrentados al problema de levantar una catedral. Gana quien la levanta más alta. Si observas las obras a los pocos meses, fase patito feo, veras muchas catedrales a medio levantar con muros delgados y altos, y de la tuya, no verás nada, sólo un agujero muy profundo en el suelo, y a ti construyendo unos enormes cimientos.
Más adelante, fase de plumon blanco, verás como la estabilidad de las otras catedrales empieza a comprometerse, los muros con el peso se hunden aquí y allá, ponen tres hileras y el muro se les hunde como dos. Ya se intuye que por mucho tiempo que echen, esa débil cimentación les va a impedir llegar más lejos, y que muy poca altura van a poder ganar. Mientras, en tu solar, ya estan creciendo los muros despacio, pero son más gruesos, más solidos y el cimiento apenas cede, lo refuerzas un poco y ni se menea.
Finalmente fase de cisne, los otros continúan en un continuo tejer y destejer como Penélope, levantan una hilada aquí y del propio peso se les hunde por allá. Da igual cuantos meses o años inviertan en intentar ganar altura, apenas lo consiguen y muchos se desesperan. Tú, conforme vas subiendo, vas adelgazando tus muros en la parte alta, (pues con menos tiempo en cada repaso, siguen con la misma solidez con que lo que aprendiste al principio), llega un momento en que subes y subes y subes, y nadie sabe como lo has hecho, parece cosa de magia, como les pareció a los patitos guapos, cuando descubrieron en su "hermano feo" el bello plumaje del cisne, y llega un momento en que tocas el techo y ya no puedes saberte mejor las cosas, simplemente, te cabe ampliar en el test, o mantener nivel en el oral y el escrito.
Las cosas verdaderamente de calidad, como un diamante, un jamón serrano, un vino de gran reserva, o una gruesa perla, requieren tiempo, no prisa, requieren mimo, no urgencia, requieren técnica, no apariencias, requieren, en definitiva, consistencia y no levedad.
Cuando estudies en tu casa plantéate sobre todo esto:
Lo más importante al estudiar es que el esfuerzo sea intenso, en número de horas diarias y sobre todo en intensidad de cada uno de los minutos de esas horas. Si estás haciendo ese estudio realmente intenso, el como lo hagas es menos importante, al final, quien invierte encuentra y no olvides que el único examen que cuenta es el del último día, mientras tanto, no importa el color del plumaje, sino si estás apostando por genes de pato o de cisne para el día de la verdad.
Sé cisne.
Por lo que hace a la desmoralizacion por comparación:
A mi me parece razonable que te desmoralices, pero cuando la comparación sea justa. (Muchas veces nos buscamos comparaciones injustas para poder desmoralizarnos como ya sabes por el libro).
Mira los opositores gallegos son buenos, y tus compañeros se están esforzando mucho, es normal que a corto plazo sus resultados sean brillantes..
Pero si les preguntáramos por cosas estudiadas hace tres meses.... o mucho me equivoco, o las cosas se igualarían bastante. Hasta puede que ellos aún estuvieran levemente por delante, porque tu aún estás con los cimientos. Pero luego, el tiempo tiene que ir pasando y aunque ellos y tú mejoraréis, tu mejora sera mucho más profunda y sostenida.
Para que puedas comprobar la naturaleza del problema con tus propios ojos, vamos con un ejemplo del mundo real:
Tomamos un simulador de hipoteca de internet y calculamos la cuota para un prestamo de 200.000 euros a 10 años y a 20 años con interes del 4.5 por ciento fijo:
Resultado:
a 10 años cuota mensual: 2072,76
a 20 años cuota mensual: 1265,29
bien metiendo 10 años más hemos logrado una rebaja sustancial en la cuota.
Supongamos ahora que lo hacemos con 80 años y con 90 años. Tambien aquí estamos metiendo 10 años más. Comparemos:
a 80 años cuota mensual: 771,21
a 90 años cuota mensual: 763,4
Diez años más pagando y sólo se rebaja en 8 euros la cuota mensual, o sea cuatro cafés.
Llega un momento en que por mucho mas tiempo que añadas al plazo para devolver el préstamo, la cuota no varía, pues lo mismo sucede con el estudio. Si el cimiento no es sólido llega un momento en que, por muchas vueltas que ellos le den al programa, apenas mejoran de un determinado nivel. Así esten años.
Muy por el contrario, tú tienes un cimiento más sólido, es como si, cada mes, hicieras además una amortización de capital, más tiempo, con menos capital, sí va bajando tu cuota.
Pues eso.
Ya me contarás. Carlos.
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MARTA A. (2)
Hola Carlos:
No sé como agradecerte todo lo que me animas y lo rápido que atiendes siempre a mis consultas. Además explicas las cosas tan claro, con unos ejemplos tan perfectos para cada caso. No sólo en las consultas, sino a lo largo de todo el libro. A menudo, pienso en la metáfora sobre los conocimientos que utilizas con el vino, que va cambiando de barrica en barrica y con el paso del tiempo se convierte en un codiciado caldo, o en la del acorazado, con cada una de las celdas de su estructura que permiten que no se hunda ante cualquier impacto. Y ahora con el patito feo ... siempre me ha gustado ese cuento.
Has conseguido que algo que veía como un mundo y que se estaba convirtiendo en un gusano o ya quizás en oruga, se desvanezca...
Me ha quedado clarísimo: Quiero dominar el programa, construyendo unos buenos cimientos, y competir a buen nivel para tener opciones de conseguir la plaza:
Quiero ser cisne.
Sé que siguiendo tu método, con constancia, rigor, y una buena intensidad de estudio llegaré a serlo con el tiempo, pero quizás si no fuera por tí y por el libro, seguiría como patito feo ...
P.D. Por supuesto que puedes subir mi consulta a tu página. Espero poder ayudar a otros opositores. Ojalá hubiera más gente como tú en este mundo hostil de las oposiciones.
Un abrazo.
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